¿Y si te dijéramos que el cerebro de tus estudiantes funciona como un dispositivo móvil? Al igual que los celulares, el sistema operativo interno de tus estudiantes necesita ciertas aplicaciones clave para funcionar correctamente, estas aplicaciones se llaman funciones ejecutivas; son esenciales para el manejo de los pensamientos, emociones y acciones.
¿Qué son exactamente las funciones ejecutivas?
Las funciones ejecutivas son procesos mentales de alto nivel que permiten concentrarnos, planificar, recordar instrucciones y gestionar tareas.
Estas habilidades no nacen desarrolladas, sino que evolucionan con el tiempo, especialmente durante la infancia y la adolescencia. A medida que se fortalecen, tienen un impacto directo en el rendimiento académico, la autorregulación emocional y la capacidad de relacionarse con otros.
Las funciones clave
A continuación, te explicamos algunas de las funciones ejecutivas más relevantes para el aprendizaje escolar:
- Planificación y organización: La capacidad de anticiparse, establecer metas y distribuir recursos para llevar a cabo un proyecto escolar.
- Control inhibitorio: La habilidad de resistirse a impulsos y distracciones, como evitar mirar el celular durante las clases o evento escolar.
- Memoria de trabajo: Permite retener y manipular información por períodos breves, como recordar las instrucciones de la profesora durante un ejercicio.
- Flexibilidad cognitiva: La capacidad de adaptarse, cambiar de estrategia o ver un problema desde otra perspectiva si no se obtiene resultados.
¿Por qué es tan importante desarrollar funciones ejecutivas?
El impacto del fortalecimiento de estas habilidades va más allá del aula.
Los estudiantes que entrenan sus funciones ejecutivas muestran una mejora notable en:
- El rendimiento académico
- La gestión del tiempo y el cumplimiento de tareas
- La convivencia escolar
- La autonomía personal
En el futuro, estas mismas funciones son esenciales para transitar la educación superior, donde la gestión de la libertad, la planificación del estudio y la tolerancia a la frustración son desafíos cotidianos.
¿Cómo comenzar?
Una excelente manera de comenzar a trabajar de manera intencionada es aplicando el Test Perfil de Aprendizaje, que permite detectar alertas relacionadas con ciertas aptitudes clave para la experiencia escolar, con este diagnóstico puede orientar estrategias pedagógicas personalizadas y abrir oportunidades concretas de mejora.