El pasado mes de julio de 2023, el Comité Técnico de Acceso del Subsistema Universitario acordó que las universidades ofrezcan cupos adicionales para mujeres en las carreras STEM. Esto significa que habrá más espacios para mujeres que deseen cursar carreras en las áreas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, buscando potenciar la participación femenina y reducir así la brecha de género en estas disciplinas.

Pero, ¿por qué existe esta brecha, en primer lugar, y qué problemas trae consigo? Sigue leyendo, aquí te contamos.

 

La brecha de género en las carreras STEM

Las carreras STEM (recordemos: Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) desempeñan un papel fundamental en el avance tecnológico y la innovación en todo el mundo. Sin embargo, a pesar de los avances en la equidad de género, persiste una significativa brecha entre hombres y mujeres en la participación en estas disciplinas.

Según un informe de ONU MUJERES, en 2020 el porcentaje de mujeres inscritas en programas académicos STEM alcanza sólo un 35% en América Latina. Desafortunadamente, en Chile esta cifra es aún más baja, con únicamente un 30% de mujeres involucradas en estas áreas.

 

¿Qué causa esta disparidad de género?

Para UNESCO,  aunque hay más niñas ingresando a las escuelas “no siempre tienen las mismas oportunidades. Demasiadas niñas y mujeres se ven frenadas por prejuicios, normas sociales y expectativas que influyen en la calidad de la educación que reciben y en las materias que estudian”.

Existen diversas razones detrás de la escasa presencia de mujeres en las carreras STEM. Entre las principales se encuentran los estereotipos de género arraigados desde temprana edad, que influyen en las elecciones educativas y profesionales. La falta de modelos a seguir femeninos en estas áreas y la percepción de un ambiente hostil o poco inclusivo también contribuyen a que las mujeres se sientan desalentadas, así como la falta de información sobre las oportunidades y beneficios de las carreras STEM.

 

¿De qué nos estamos perdiendo?

La baja participación de las mujeres en estas disciplinas tiene implicaciones profundas: desde limitar el talento y la creatividad en la resolución de problemas hasta perpetuar estereotipos de género y desigualdades en el ámbito laboral. Además, al no aprovechar el potencial y la perspectiva de la mitad de la población, la sociedad pierde en términos de innovación y desarrollo.

Dar a las mujeres mayores oportunidad en la en carreras STEM puede ayudar a reducir brechas salariales y da lugar a una fuerza laboral diversa y talentosa, reduciendo los sesgos de género. Esto no sólo beneficiaria a las mujeres, sino que termina generando un impacto positivo para resolver los problemas comunitarios.

La inclusión de las mujeres en estas áreas del conocimiento es también un impulso a la innovación, el bienestar social, el crecimiento inclusivo y el desarrollo sustentable.

 

La orientación vocacional empoderando a las próximas científicas e ingenieras

Una estrategia clave para abordar la brecha de género en las carreras STEM es fortalecer la orientación vocacional desde edades tempranas.

La orientación vocacional puede desmitificar la percepción de que las carreras STEM son exclusivamente masculinas al proporcionar una comprensión más profunda de lo que realmente involucran. Mostrarles que STEM abarca una amplia gama de áreas, desde la investigación médica hasta el diseño de videojuegos, puede contribuir a despertar su interés en carreras que no habían contemplado.

Además, tests como los de Psicometrix en los que se analizan aptitudes cognitivas, tipos de inteligencia e intereses, propician el autoconocimiento y pueden ayudar a niñas y jóvenes a conocerse a sí mismas, confirmar sus talentos y descubrir perfiles afines a dichas disciplinas.

 

En conclusión…

La brecha de género en las carreras STEM en Chile es un desafío que debe ser enfrentado con urgencia. La falta de participación femenina en estas disciplinas limita el potencial de innovación y desarrollo en el país.

El que las mujeres tengan más plazas para estudiar estas carreras es sin duda un gran paso hacia adelante, pero debemos seguir trabajando para inspirar a las niñas desde una edad temprana, mostrándoles ejemplos de mujeres exitosas STEM y permitiéndoles que contribuyan a la construcción de un futuro tecnológico y científico desde el enfoque femenino.

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