El bullying o acoso escolar es uno de los problemas que más afecta la salud psicológica y emocional de niños y jóvenes en edad escolar. Este se define como una conducta repetitiva e intencional, por cualquier medio, que pretende intimidar, someter o amedrentar a la víctima (otro alumno) dentro o fuera de las instalaciones de la institución escolar.

Cifras sobre el Bullying

Antes de la pandemia, la Agencia de Calidad de la Educación comunicó la alarmante cifra de que 4 de cada 10 escolares sufría de acoso en el colegio. Con la llegada del COVID-19 y las clases en línea, las cifras de acoso físico disminuyeron, pero se vio un gran aumento en el número de casos de acoso digital, del que MINEDUC indica que 26 de cada 100 estudiantes fueron víctimas.

Pero el acoso no es un problema exclusivo de Chile, la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) indica que una tercera parte de la población mundial en etapa escolar sufre de bullying, los casos aumentan entre quinto básico y primero medio, y los hombres son más propensos a ser víctimas, ya que el 32% de ellos sufre de acoso, mientras que en las mujeres la cifra es del 28%.

Tipos de bullying

El acoso escolar toma diferentes formas y, como ya lo vimos, no es exclusivo de un ambiente de clases presencial. Reconocer los tipos de bullying nos puede ayudar a identificarlo de manera más evidente y evitarlo.

Bullying físico:  Es la expresión más común y fácil de identificar. Incluye golpes, y maltrato o robo de la propiedad de otro. Al igual que los demás tipos de bullying que veremos más adelante, este puede ser perpetrado por un solo individuo o por un grupo de personas.

Bullying verbal:  Este se da cuando existen burlas, sobrenombres, insultos, amenazas o cualquier otro tipo de humillación verbal a los compañeros.

Bullying social: Este tipo de acoso, menos evidente, se presenta cuando se busca aislar a la víctima para que no pueda formar un grupo de amigos. Una técnica común para lograr este objetivo es la difusión de rumores o información que perjudique y debilite las relaciones sociales del estudiante.

Bullying por internet: También conocido como “ciberacoso”, hablamos de cualquier forma de bullying que se dé por medio de los medios digitales. Tristemente las redes sociales son un caldo de cultivo para el bullying, apoyándose en la posibilidad de anonimato y su amplio alcance de difusión de rumores, memes o cualquier otro tipo de contenido humillante.

Consecuencias del bullying

El bullying tiene consecuencias negativas para la víctima que puede experimentar baja autoestima y motivación, pérdida de interés por los estudios lo que puede llevar a una situación de fracaso escolar, trastornos emocionales, problemas psicosomáticos, depresión, ansiedad que pueden llevar a pensamientos y conductas suicidas. Tristemente, sufrir de bullying es el principal factor de riesgo para el suicidio en niños y adolescentes.

Aunque las consecuencias más evidentes son para la víctima, si el agresor no es frenado y tratado, encontrando la causa de su conducta agresiva, puede que perpetúe estas actividades, desarrollando en un futuro conductas delictivas y de maltrato aún fuera del contexto escolar.

Y más allá del agresor y el agredido, el bullying nos trae consecuencias como sociedad, afectando también a las personas que lo presencian y generando una actitud de desensibilización y tolerancia hacia el abuso y la violencia en general.

¿Cómo identificar el bullying de manera temprana?

Como lo mencionamos anteriormente, el bullying va estrechamente relacionado con un malestar psicológico y emocional, así que identificar estos factores de riesgo nos puede ayudar a reconocer a los involucrados en estas dinámicas.

Medir y distinguir una baja autoestima, motivación o inteligencia emocional, de la mano de un bajo rendimiento académico puede indicarnos que un estudiante está viviendo situaciones de estrés en la escuela, mismas que pueden ser derivadas del acoso. Asimismo, recordemos que los abusadores comúnmente están repitiendo patrones de agresión de los que han sido víctimas; así que, encontrar a estos potenciales bullys y darles el acompañamiento correcto puede ser una poderosa herramienta para prevenir el acoso escolar y actitudes antisociales.

Las herramientas de Psicometrix permiten, entre otras finalidades, medir de manera objetiva factores socioemocionales de los estudiantes como los aquí mencionados, expresando de manera clara, mediante un sistema de alertas, qué alumnos necesitan atención especial en qué aspectos, y que así se les pueda dar el trato adecuado para sacarlos adelante.

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