Cómo acompañar emocionalmente a estudiantes que rinden la PAES

Docente acompañando emocionalmente a estudiante que se prepara para rendir la PAES

Llega noviembre y con él, una mezcla de nervios, expectativas y silencios largos en los pasillos. Para miles de estudiantes, la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES) no solo representa un desafío académico: es también una prueba emocional.
El rendimiento, la comparación, la presión familiar y la incertidumbre por el futuro pueden convertirse en una carga difícil de sostener si no hay acompañamiento.

Acompañar emocionalmente no es “bajar la exigencia”, es recordar que detrás de cada puntaje hay una persona que siente, teme y espera. Y eso cambia por completo la manera de mirar este proceso.

1. Escuchar antes de orientar

Parece obvio, pero no lo es. A veces, en el afán de motivar, llenamos el silencio con frases hechas: “tú puedes”, “confía en ti”, “solo relájate”.
Sin embargo, acompañar emocionalmente implica detenerse a escuchar sin corregir, sin minimizar, sin interrumpir.
Muchos estudiantes no necesitan una respuesta, sino un espacio donde su ansiedad tenga permiso para existir sin ser juzgada.

2. Evitar el exceso de control

El miedo de los adultos suele disfrazarse de control: revisar horarios, supervisar rutinas, corregir simulacros, repetir consejos. Pero el control no reduce la ansiedad, la multiplica.
Acompañar con éxito significa confiar en los procesos, incluso cuando parecen desordenados.
Los estudiantes necesitan saber que su entorno confía en ellos más allá de una nota. Esa certeza emocional es, paradójicamente, lo que más mejora el rendimiento.

3. Herramientas para docentes y orientadores

El rol de los equipos escolares es clave.
Pequeños gestos, como ofrecer pausas activas, permitir espacios de conversación emocional o incorporar técnicas de respiración breve antes de los ensayos, ayudan a bajar el nivel de tensión acumulada.
También es útil incluir momentos de validación grupal: hablar sobre el miedo al fracaso, las comparaciones o la frustración normaliza lo que todos sienten y reduce el aislamiento.

Además, docentes y orientadores pueden trabajar con herramientas de evaluación socioemocional que identifiquen signos tempranos de estrés o desregulación. No para diagnosticar, sino para acompañar de manera más humana.

4. Prevenir crisis antes de que ocurran

La prevención no se basa solo en detectar síntomas, sino en cultivar un entorno emocionalmente seguro.
En los meses previos a la PAES, los colegios pueden implementar estrategias sencillas:

  • talleres de autocuidado emocional,
  • espacios de diálogo con familias,
  • acompañamiento grupal con foco en confianza y regulación.

Una crisis emocional nunca aparece de un día para otro. Se gesta en el tiempo, entre exigencias y silencios. Por eso, el acompañamiento temprano es la mejor forma de evitar que la presión se convierta en bloqueo o desbordamiento.

Más allá del resultado

El resultado de una prueba no define un futuro. Pero la forma en que un estudiante vive este proceso sí puede marcar su relación con el aprendizaje para siempre.
Acompañar emocionalmente es apostar por ese vínculo: enseñar que el esfuerzo importa, pero también el bienestar, la calma y la autocompasión.

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