El abandono escolar ha sido un gran reto para las instituciones académicas y por supuesto para el desarrollo social de la comunidad, sin embargo, es una constante realidad especialmente a nivel universitario.
Esto se evidencia en principio por la falta de orientación vocacional o desconocimiento de la carrera que realmente se relaciona a sus intereses o afinidades, por lo que si no se toman las medidas adecuadas seguirá incrementándose, generando una población sin preparación educativa, ni una base profesional adecuada.
¿Qué factores promueven la deserción estudiantil?
Existen diversas razones las cuales pueden promover este fenómeno, destacándose los factores internos, socioculturales, pedagógicos y socioeconómicos:
– Factores internos: Relacionados a la personalidad del individuo, identidad propia, habilidades e intereses.
– Factores socioculturales: La influencia de la familia, el nivel que educativo que puedan tener los padres y las aspiraciones laborales, así como el apoyo que puedan recibir los estudiantes en su desarrollo tanto académico como personal, por parte de las instituciones y su entorno socioafectivo.
– Factores pedagógicos: El rendimiento académico, las metodologías de enseñanza, problemas de conducta, falta de interés, falta de capacitación o preparación del docente, y problemas entre las relaciones del estudiante y su profesor.
– Factores socioeconómicos: A lo largo de los años se ha evidenciado que las personas que no poseen ingresos suficientes, es claro que tienen una mayor dificultad para cumplir con la academia, ya que sus prioridades están enfocadas en buscar sustento para satisfacer sus necesidades básicas.
La deserción estudiantil en la educación superior y sus estadísticas en Chile
Para el año 2017, de acuerdo al MINEDUC señaló que el 43% de los estudiantes entre el primer y segundo año deserta de la universidad, de los cuales el 30% son de primer año.
Ante esto, resulta muy preocupante ya que se presenta una inevitable pérdida de recursos tanto en tiempo y dinero, ocasionando que el individuo presente frustración o desmotivación para destinar esfuerzos en su futuro profesional.
Por su parte es importante destacar que los estudiantes que se retiran de la primera carrera, una importante población representada en un 40% regresan al sistema, pero se matriculan en otras carreras o recintos académicos especialmente entre los 3 primeros años luego del abandono.
La deserción estudiantil no significa que el estudiante no tenga la intención de retomar nuevamente la academia, puesto que los factores que lo obligan a suspender sus estudios pueden ser por un corto período, presentándose igualmente la reincorporación al sistema educativo.
A nivel socioeconómico, el MINEDUC determinó que igualmente existen otras características que impactan a su vez en el proceso de reingreso escolar, tales como:
– Tipo de institución: Determinadas como particulares, subvencionada y municipal, aunque en este caso al reingresar el estudiante, se destaca que un 72% de la población al realizar su nueva matriculación, escoge la institución particular pagada.
– Tipo de carrera: De los cuales hay una mayor preferencia por reingresar a las universidades de carreras largas, que a los institutos profesionales o centros de formación técnica.
La educación representa un pilar fundamental para el desarrollo de la sociedad, influye en el proceso construcción, integración de la ciudadanía y la capacidad de respuesta por parte de la comunidad, para afrontar circunstancias que requieran del conocimiento y preparación.
Es por ello, que la deserción educativa es un tema de preocupación y foco de atención no solo para las familias e instituciones, sino para cada uno de los actores partícipes en el proceso de formación académica.
Para reflexionar: ¿Qué elementos se pueden implementar para disminuir las barreras o dificultades, así como otorgarle un apoyo de manera integral al estudiante?
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