Ansiedad, frustración, aburrimiento, desesperanza, depresión y enojo son algunos de los sentimientos que la pandemia ha evocado en nosotros. Y, aunque históricamente se les ha dado mucha mayor importancia a los aspectos cognitivos en el contexto académico, hoy más que nunca es importante reconocer y evaluar nuestras emociones para desarrollarlas y vivirlas sanamente.

Desarrollo socioemocional

Las aptitudes socioemocionales son herramientas que nos permiten entender y regular nuestras emociones, sentir y mostrar empatía por los demás, así como desarrollar relaciones sanas, tanto con nosotros mismos como con los otros.

El aspecto socioemocional comienza a desarrollarse desde que somos niños a partir de nuestras experiencias de convivencia y durante nuestro crecimiento vamos adquiriendo nuevas destrezas que nos permiten generar lazos positivos y tomar decisiones de manera responsable.

Durante la adolescencia, en un paso natural de la infancia a la adultez, los adolescentes comienzan a buscar relaciones que refuercen su sentido de pertenencia e identidad, es por eso que la socialización dentro del ambiente estudiantil se vuelve importante para descubrir quiénes son y cuál es su lugar en el mundo. Por este motivo, los adolescentes son especialmente vulnerables en este contexto de pandemia donde el aislamiento y el miedo constante han impuesto nuevas dinámicas de socialización.

Adolescencia y pandemia

La ansiedad causada por el aislamiento, interacciones tóxicas por medio de redes sociales, el ciberacoso, entre otras muchas situaciones, son algunos ejemplos de realidades a las que están expuestos los jóvenes y que pueden tener un efecto negativo en su salud mental.

Por eso, más que nunca es importante la medición y desarrollo sistemático y consciente de las habilidades socioemocionales que necesitan los adolescentes para hacer frente a las circunstancias inciertas que se viven actualmente, y asegurarse de que tengan las herramientas para tomar importantes decisiones con las que se toparán pronto, como es su elección de carrera.

Como lo comentábamos en un nuestro artículo: Baja autoestima: efecto de la pandemia en adolescentes, en Psicometrix hemos detectado un aumento en el porcentaje de estudiantes con baja autoestima durante el período 2020-2021. Esto reafirma la necesidad de preparar a los estudiantes para tener un mejor manejo de sus emociones, así como detectar de manera temprana a aquéllos que sufren un deterioro en su salud afectiva para brindarles el apoyo necesario.

Herramientas para el acompañamiento socioemocional

Los docentes juegan un papel crucial en este escenario dada su cercanía con los estudiantes, sin embargo, sabemos que muchos de ellos también están pasando por situaciones difíciles debido a la crisis sanitaria y que esto se suma la adopción del modelo híbrido y tener que adecuarse a nuevas herramientas; lo cual crea una presión que hace más difícil orientar adecuadamente al estudiantado.

En Psicometrix queremos facilitar la labor docente al detectar aspectos socioafectivos, es por eso que nuestras evaluaciones, además de ayudar a detectar el perfil vocacional o prevocacional de los estudiantes, también son capaces de medir factores afectivos, con lo que hemos creado un sistema de alertas que avisa cuando alguno de los estudiantes presenta algún estado de vulnerabilidad respecto a su salud socioemocional.

Algunos de los indicadores en nuestro sistema de alertas son:

Baja autoestima: se activa cuando el estudiante se ha calificado de maneja baja en su autopercepción de aptitudes, lo cual significa que no se considera bueno en nada, y por lo tanto esto es un indicador de un déficit de autoestima.

Baja motivación: cuando el evaluado muestra un bajo interés por las áreas profesionales presentadas, podemos deducir que esto denota un problema de motivación.

Baja inteligencia emocional: en nuestra prueba vocacional medimos inteligencia inter e intra personal, lo cual evalúa las competencias que el alumno autopercibe al relacionarse con otros y consigo mismo. Cuando el promedio entre estos dos tipos de inteligencia es bajo, esto activa una alerta de inteligencia emocional.

Posibilidad de deserción: esta alerta es una combinación entre una baja inteligencia emocional y a la vez una baja calificación en el factor de “empuje”. Juntas, indican que el estudiante no está listo para salir de su área de confort, debido a que no cuenta con la perseverancia para lograr sus metas, sumado a una inestabilidad afectiva.

Además, nuestra nueva prueba de Perfil de Aprendizaje tiene como indicadores:

Ansiedad: esta alerta se hace presente cuando el estudiante percibe que no tiene un buen manejo de sus emociones en situaciones de presión.

Concentración: aunque este factor, como tal, indica una función cognitiva, puede que una baja autopercepción en esta área esté ligado a un problema socioemocional que impide que el estudiante tenga un buen desempeño en sus estudios.

Autoeficacia: al igual que el factor anterior, esta alerta se refiere a la percepción que el estudiante tiene de sí mismo en cuanto al desempeño de sus estudios. Si su calificación es baja, esto puede denotar que situaciones externas están afectando su desempeño, o que la mala autopercepción es un resultado de baja autoestima.

Si quieres saber más sobre nuestro sistema, comunícate con nosotros para que te demos más información o una demostración gratuita para tu colegio.

Ya sea que utilices esta u otras herramientas, te recordamos que cuidar y monitorear constantemente la salud socioemocional de tus estudiantes es crucial para su bienestar y, al encontrar algún problema, este siempre debe ser atendido por un experto.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.